¿Recuerdas la primera vez que vimos juntos el cielo?

Si la vida fuese como en aquella película, te daría todo mi tiempo. Te ganaría a ese pulso que no querrías echar (me sería tan sencillo adormilarte entre mis brazos) y te entregaría todo el tiempo que me queda. 


Porque yo no lo quiero, pero si tú lo tuvieras, tendrias la posibilidad de encontrar lo que sea que te haga feliz y espante tus miedos, y tener tiempo para disfrutarlo. Tener tiempo para ver otros muchos cielos.

¿Recuerdas la primera vez que vimos juntos el cielo?

Recuerdo el primer amanecer. Nos dieron las siete sin darnos cuenta, tú pegado a aquella ventana, yo acurrucada en el otro extremo pegada a la mía. Solo en palabras se nos fue la noche entera, y otra vez.

Recuerdo aquel amanecer. Recuerdo tu mano en mi mano y la arena en los pies, recuerdo tus manos, el golpe, la arena otra vez, recuerdo no poder ver. Amaneció, y no fue como el primero, fue peor, pero también mejor, solamente porque estabas tú.

Recuerdo todos los demás. Recuerdo cada vez que marchaba estando tú más dormido que despierto, yo más despierta que dormida. Lo recuerdo todo.

¿Sabes? Estamos entre dos mundos: uno que no reconocemos y otro que todavía no existe. Pero no tengas miedo.

Yo no reconozco mi mundo. Mi mundo de puertas para afuera en que finjo conservar la vida, y mi mundo de puertas para adentro en que puedo estar muerta.
Pero me salvó mirar todos aquellos cielos. Te lo prometo. Cada mirada, caricia, o  beso, correspondidos o no, me salvaron durante todo este tiempo.
Y ya no quiero hacerte cargar con mi peso muerto. Eres libre si así lo quieres, y no tendrás que sentirte culpable si ya no me agarro. Si no me sujeto será porque no quiero.Yo seguiré aquí todo el tiempo que dure la caída.

Sálvate mirando esos cielos. Encuentra algo, alguien, con quien contemplar todos ellos otra vez, todos diferentes, todos nuevos. Encuentra noches que sientas como yo he sentido las nuestras. Encuentra lo que yo encontré contigo, porque entonces esas sombras, esos fantasmas, serán débiles. Te lo prometo.

La última vez que me agarré a algo fue cuando escuché "Ojalá pudiera estar siempre contigo, porque eres preciosa".

Gracias. Mi querido pequeño corazón. Por si no lo sabías, por si no te habías dado cuenta, eras tú. Mi dulce, mi querido, mi pequeño corazón.  Te quiero. Te quiero tanto y más de lo que pudieras llegar a imaginar. Pero no lo imagines. Siéntelo. Y cuando lo sientas, mira el cielo. Y te prometo que no lo podrás olvidar.


¿Recuerdas la última vez que vimos juntos el cielo?

Duele verlo. Verlo todo y seguir enderezada y no romper en pedazos. Ver sus ojos y que caiga todo el peso sobre mi, y no poder hacer nada.
Solo seguir disimulando. Seguir fingiendo que no estoy rota, que quiero seguir.

A la vez, ese dolor es el único que me recuerda que es por lo que sigo aquí, lo único que me queda.

Y todo lo demás no importa.

Ver la misma situación en ficción me ha impactado más de lo que pensaba que podría hacerlo.
El mismo hecho. De la misma forma, el mismo método. Una chica. Un motivo similar.

Y de repente pum, todo a la cabeza.

 Y dormir y despertar y dormir y despertar, hablar con alguien, dormir y despertar.
Y volver a despertar...

Muchas veces me preguntaron y aún siguen preguntando ¿Por qué lo hiciste?
Siempre pensé que responder a eso era como no responder nada.

Simplemente estoy cansada. Cansada de levantarme cada mañana y empezar la rutina, lo mismo de siempre. Ver a las mismas personas. Cansada de levantarme estando sola. Fría.
Obligándome a levantarme de la cama, por nada.

ESTOY CANSADA. Esa es mi puta excusa. Y nada cambia, todos los días son iguales unos a otros, nada ha cambiado desde entonces. Ni si quiera cuando intento que vaya bien va bien. No quiero seguir intentando que algo funcione cuando sé de sobra que no funcionará.

Estoy cansada de que nadie se de cuenta de que mi risa es falsa. No importa. No voy a seguir intentándolo.

Hoy, 29 de Septiembre de 2011 a la 01:19, me rindo.

Estoy enfadada conmigo, no contigo.

Enfadada por haber sido siempre adorable, siempre pidiendo perdón por cosas que no hice, por por haberme unido tanto, por haberte hecho mi vida, por haber dependido de ti, por haber gastado mi tiempo contigo, por haber pensado solo en ti, por haberte perdonado, por haberte echado de menos, por haberte deseado todo, por haber soñado contigo.

Pero sobre todo, por no odiarte.
Pero es que no puedo.

Seamos sinceros, sería más fácil, ¿verdad? No habría más que solucionar, solo una separación y se acabaría todo.

Pero es que no puedo.

Porque me gustó haber sido adorable, me gustó pedirte perdón si así sonreías otra vez, me gustaba unirme a ti, me gustó que fueras mi vida, me gustó depender de ti, me encantó gastar mi tiempo en risas y películas, disfruté pensando en ti, me sentí feliz perdonándote, echarte de menos no importó porque volví a verte, desearte todo fue dártelo, y soñar contigo fueron noches inolvidables.

Y siendo tan fácil, todo se hace más difícil, otra vez.
Porque todo ha cambiado pero una parte de mi sigue latiendo con esa llama. Es posible que, si tardamos mucho, se apague y no pueda volver atrás. Si se apaga no volveré a enfadarme, pero tampoco podré quererte igual, porque mi vela se habrá consumido del todo.

Así que...

Al perderte yo a ti, tú y yo hemos perdido:
yo, porque tú eras lo que yo más amaba;
y tú, porque yo era la que te amaba más.
Pero de nosotros dos tú pierdes más que yo:
porque yo podré amar a otros como te amaba a ti,
pero a ti no te amarán como te amaba yo.

No la querías, para de mentirte. Lo que ocurría era que no querías estar solo. O puede… que ella simplemente fuera una buena fuente de ego. O quizás… ella lo único que hacía era mejorar tu vida, pero reconócelo: no la querías, porque no se destruye a la gente que se quiere. 


Y ella, se va a reconstruir. Con otra gente, incluso aunque esa gente tenga que competir con tu recuerdo.

Y que amanezca si va a amanecer, morir sólo una vez va a ser poco para mí.

¿Por dónde salir?

Soy el tipo de persona que cuando llora, llora.
Cuando sufro por alguien, lo hago a lo grande.
La gente dice que soy demasiado exagerada cuando me acechan las emociones...

Haré algo para estar a tu alrededor.
No siempre estaré perfecta, y muchas veces estaré insegura.
Y puedo tener (muchos) defectos, pero te querré como nadie más podrá hacerlo

nunca.

Así que lo siento. Perdóname si intento quedarme. Perdóname si aún te quiero. Y perdóname si no consigo olvidarte.
Siempre puedes ignorarlo. Desaparecer. Era lo que yo quería. Desvanecerme... y no volver a aparecer.

Nunca.

A estas alturas no tengo nada que decir, ni manera de sentir.
No siento.
¿Por eso no escribes?
Sí, será.

Porque empezó así.
Only ones who knows - Arctic Monkeys

Y siguió
Hysteria - Muse

Así:
Re-offender - Travis

Se puede decir "lo siento", pero la verdadera disculpa será cuando se escuche la tristeza en su voz y se vea en su mirada, dándose cuenta del dolor y siendo capaz de decir: "no llores. No llores, sé que has dado lo mejor de ti."

No sacar conclusiones rápidas del texto. Al entender las causas, y la forma de las consecuencias, tras leerlo tranquilamente... quizá se pueda sacar algo en claro.

"¿Sabes lo que jode? Darse cuenta de que todo en lo que crees es una mentira podrida, eso jode."

"No queremos ser. Queremos seducir, apoderarnos de alguien, confundirlo y dominarlo. Hasta el poder depende más de la seducción que de su eficacia, honestidad o virtud."


No sé hasta donde llega el producto de mi imaginación inspirado por tu inusual belleza y genial encanto, me envuelves, me confundes... me dominas.


Yo por ti he sentido algo más profundo que el amor, más oscuro que la pasión, un fuego tan fuerte que me quema y me consume.... es por ti y sólo por ti que he deseado tirar mi vida por la borda y vivir el instante presente a tu lado aquí o donde sea sin importar el mañana.

"Si aparezco un día con una maleta y te digo que vengas conmigo.
Tú.. ¿vendrías?"

Al tenerlas tan cerca, iluminan todo a tu alrededor. Por eso solo puedes ver lo que está más lejos. Las sombras alargadas que duelen y queman y te destrozan y arañan el corazón.
Intenta entornar los ojos, extender las manos y sentir el calor con el que te desean inundar las luces que te rodean. Si dejas que lo hagan, brillarán tanto que matarán aquellas sombras.

Abre el corazón a esas luces, porque si no lo haces, poquito a poco se irán apagando, y si lo hacen, no lograrás volver a encenderlas nunca más.
No necesitas ver nada más si las cuidas y dejas que te cuiden. Así que... mantén su llama viva.

Mantén mi llama viva.

"Sabes que cuanto más te acercas a algo, más difícil es poder verlo."

Oye. En el amor, "lucharé hasta el final" ¿qué quiere decir?

No lo sé. El amor es el paraíso del favoritismo y el egoísmo. Astutos, no astutos. Cobardes o no cobardes. ¡No existen!
Simplemente, hay hombres que luchan por ellos mismos. Pero en el fondo, ¿no es el hombre un ser noble? Amor prohibido. Amor robado. Sólo hay algo que los justifique a ambos.

¿El qué?

No te lo diré. Busca la respuesta. ¿Te crees capaz?

Todo lo que quieres, todo lo que necesitas, todo lo que pudieras desear. Dice lo correcto en el momento exacto. Pero no significa nada para ti, y no sabes por qué.

Yo lo sabía todo desde el principio, pero hice caso omiso. Nada.
Como si nada hubiese salido de su boca.
Es cierto que me advirtieron, pero ¿quién soy yo para arrebatarles el placer de reprocharme un "te lo dije"?
Así que seguí como si nada hubiese salido de sus bocas.

Se convirtieron los consejos en ventoleras de aire y lluvia que me azotaban como cuando llueve y se te pega todo el pelo a la cara y no puedes respirar. Pero evitarlo era demasiado fácil: esconderse bajo el edredón con los auriculares a salvo de cualquier lluvia y vendaval.

Sin darme a penas cuenta encontré mil y un escondites para las verdades: el fondo de EL cajón, la caja fuerte que me compré en los chinos, debajo de los peluches del último estante, al que no llego; al lado de los botes que solo alcanzo con banqueta... en fin, sitios donde era muy difícil encontrarlas.
Aprendí también a inventarme excusas como la mejor ladrona del mundo: las encontré en poesías, en viejas historias arrancadas, en trocitos polvosos de corazón que rescaté de recuerdos propios y ajenos, en las películas más malas y en las canciones que todavía hoy me hacen llorar.
Todas eran buenas para explicar lo que fingía sentir (y lo que fingía no sentir).

La sonrisa más sincera se escondió en algún lugar y no me molesté en buscarla: fue fácilmente sustituida por una de corta y pega que yo misma dibujé. No importaba, al fin y al cabo mi corazón seguía latiendo de vez en cuando.

Cuando por casualidad buscaba la Nocilla y encontraba una verdad dolorosa tras el bote del ColaCao, simplemente la cambiaba rápido de lugar, algo más remoto, como la lámpara de mi habitación, donde compartiera hogar con los cadáveres de insectos que la intimidaran y no pudiera salir. ¿Quién miraría ahí? Yo desde luego no.

Pero hubo un momento en que ya no me quedaron escondites para las verdades ni fuentes de donde sacar las excusas. La sonrisa de pega se me mojó con una tormenta y entonces no me quedó nada.

Autómata. Vacía. Engañada.
Ahogada en mis propias e increíblemente creíbles mentiras (a mí misma), fue como un aguijón enorme atravesándome el pecho. Justo en el corazón. Solo que ahí ya no había nada.

- ¿Qué has hecho?
- Se lo di todo.
- ¿Estás loca? No te lo devolverá.

Creedme. Soy la que más ganas tiene de reír. Soy la que más ganas tiene de brillar. Pero no sé qué hacer para recuperar mi corazón. Ni si quiera tengo claro dónde está.
Mientras tanto, seguiré deambulando por este sitio. Quizás sea oscuro y me de miedo, pero al menos tengo un lugar donde estar.
Si lo encuentro, prometo que os deslumbraré. Si no lo consigo, sé que puedo quedarme aquí para siempre.
Vosotros sois libres para marcharos.
Vuestra puerta está abierta. (Tiene forma de aspa, arriba a la derecha X ).

¿Qué dibujas?
No lo sé. Pensaba que era un pájaro, pero cuando quise darme cuenta ya no tenía forma.
¿Qué escribes?
No lo sé. Pensaba que era un corazón, pero cuando quise darme cuenta ya no tenía sentido.

Cinco manchas rojas de izquierda a derecha dejando un rastro de tinta negra, tan negra como la cara de los ojos amarillos que lo observan.

¿Lo vé él? Sabes que piensa que estás loca. Y si no lo hace, lo hará. Sabes que en el fondo cualquiera se asustaría al contemplar lo que llevas dentro. Cualquiera retrocedería mil pasos al saber que sin saber nada amas con un corazón desbocado y te autodestruyes sin posible marcha atrás.
¿Qué harás cuando te diga que lo sabe? Es más, ¿qué harás cuando te diga que ya no quiere nada de ti?

Chasquido. Un cierre de mandíbulas. El gato ha saltado. Se lo ha comido. Se ha comido al pájaro. Se ha comido el corazón.

Ronronea y se acurruca a mi lado.
Alguien tan valiente como para arrancar un corazón de cuajo y cortarle las alas.

Era necesario.Todos lo saben.

Dijeron por ahí que si lo descubrías te daría miedo. Si sabías lo que siento por ti, lo que me haces sentir.

Levanto la mirada y ¡bang! En el pecho, casi. Intento huir pero al alzar de nuevo la vista ¡bang! Justo en el corazón. Tienes demasiada puntería. Y al parecer, mi corazón muchas ganas de sufrir un infarto cada vez que le sonríes.

Que si veías algo tan intenso y tan grande te asustarías. Pero no quiero eso. Quiero que estés a gusto conmigo. Hacerte feliz. No es necesario que me correspondas.
De momento me conformo con una sonrisa. Que me haga latir.

Tu sonrisa.

Deja que te ayude a hacer más profunda esa herida. Quiero atravesarte hasta que tu respiración casi no exista. Que se note que sufres.
Quiero que no lo escondas más. Grita. Mientras se hace más y más grande y tu sangre encharca el suelo. A cada gota un pensamiento. A cada pensamiento, un sentimiento, un recuerdo.

No lo ocultas tan bien como piensas. Tus ojos brillan, la comisura de tu boca esboza una minúscula sonrisa al verlo. Y cuando duele, tus ojos se apagan. Y tu boca fruncida.
Ni si quiera eres capaz de ocultar tus latidos cuando se acerca. Cada vez más rápidos, cada vez más fuertes. Sabes que se oyen. Y te ensordecen. Y tu maldito estómago, rugiendo, solo porque te pones tan nerviosa. Deja de esforzarte ya. Sabes que no lo puedes esconder.

Así que sigue observando las imágenes en ese charco cada vez más grande. Sus ojos. Sus manos. Su piel. Sigue observándolo mientras todo acaba. ¿Duele? Quizá así aprendas.

Y si no... bueno, si no,

estás muerta.

No sé cómo.
Pero, de repente, un día ya no sentí.
Y todo se volvió negro. Los cristales se empañaron y no conseguía ver nada. Así que me quedé quieta en esa oscuridad. Y me tapé los oídos. Y no escuché. Y no pude ver. Y llegó un momento en que supliqué. Y te encontré.

Entonces todo se volvió blanco. Porque había una razón (te estoy buscando).

Ahora, sigo mi camino entre cristales blancos donde dibujo las notas (que imagino son de tu voz) que me guíen por el camino correcto.
Porque no sé si siento demasiado o no siento. Y no soy capaz de avanzar. Siempre vuelvo al mismo cristal.

Y no sé si estás detrás.

Porque siempre se ha vuelto a empañar.

Solo quiero hacerte feliz.
Así de simple. Sin metáforas. Sin tópicos ni elaboradas frases unidas unas a otras.
Así de simple.

Solo quiero hacerte feliz. Y punto. Sin excusas. Sin peros, cómos o porqués. Simplemente hacerte feliz. Necesito que seas feliz.

Pero no sé cómo.

Querría hacer algo para que todos los días tengas una sonrisa. No tu día entero, pero quiero hacer que gran parte de él sea genial. Quiero hacer algo para saber que tus pensamientos más oscuros no están nunca más dentro de tu cabeza. Y si están, que sea poco tiempo. Muy poco tiempo. No más de uno o dos segundos. Quiero hacer algo por ti.

Pero no sé cómo.

Lo siento.

Acabará por no ser suficiente.
Siempre es así. Acabaré queriendo más. Hasta que pueda conseguirlo todo.
Quiero saberlo todo. Quiero conocerlo todo.
Y a la vez sorprenderme. Que sea capaz de iluminarme una y otra vez. De enamorarme, volverme a tocar, cantarme, volverme a hechizar.

Quiero sus ojos, su voz, su olor, la luz de su ventana, su letra, su edredón. Quiero pasarme días enteros enredada en su corazón. Que no pueda sacarme de su cabeza durante un rato (pero uno o dos cada día). Que tenga las mismas ganas que yo.

Que me invite a un café con mucha mucha leche condensada y azúcar, y mientras me endulzo, me hable. Y que me cuente todo eso que quiero saber. Dime todo eso que yo no sé. Intenta explicarme que no puedes hacerme comprender ciertas cosas que hay que vivir. Intenta. Pero soy impaciente, quiero saberlo ya. No quiero esperar a cumplir los 25. Ni los 30. Me fascina. Me fascina también cómo te veo ahora, quiero saber cómo has llegado hasta ahí. Y enternecerte cuando veas lo poquito que sé y las ganas que tengo de aprender.

¿Me invitas?
¿A qué?
A un café... :)

Lo sé. Estoy loca.

Me gusta.

No sé quién es, pero sé que me encanta. No lo conozco, pero hay algo que me fascina. ¿Dónde? En sus letras. Nunca se lo digo, pero hay algo.
Y sé que no es para mi, pero algunas veces, es como si lo fuera. Tal es su fuerza.

El tipo de persona que me gustaría conocer. ¿Qué tipo? La verdad es que no lo sé. Solo puedo leer.
Algunas veces, esas letras son como yemas deslizándose por mi piel, agarrando mis manos, acariciando mi pelo. Y cuando se acaban, calma. Después, más ganas. Una sensación nueva, una luz.
Algunas veces me da miedo. Es inquietante que alguien que no conoces y no has visto jamás consiga tocarte y darte calor. Pero es parte del encanto. ¿Cómo lo hace?

Y si lees y buscas una respuesta entre las letras solo hay más manos, más suaves, y más escondidas...
No puedo imaginar cómo será su vida. Si la comparte o no. Solo lo que comparte conmigo. Y millones de internautas más. Pero, para mí, solo conmigo.

¿Quién eres?

- ¿Aún no te has cansado de esperarle?
- ¿Cómo...? Estoy bien...
- ¿Bien? Pero, ¿qué dices? Confías en algo que no existe y finges ver cosas que no están ahí.
- Estoy bien, te digo. Y existe. Es real. Pero, es como una ola en la playa. Una ola que se aparta al acercarte. Acaricia tus pies... pero se aleja cuando intentas tocarla. Nunca puedes llegar a atraparle.

Sientes que la oscuridad se cierne sobre ti y no puedes hacer nada.
Pregúntale al médico si hay algo que pueda curarte. Y ¿qué coño saben ellos? No tienen ni puta idea de nada. No quiero más pastillas, ni sobres, ni jeringuillas.
Y mientras tanto observas como tu luz simplemente se apaga. Se está apagando y ni si quiera has conseguido lo que deseabas.

Poquito a poco, notas como estás más débil. Tu mente grita, pero tu cuerpo se cansa y no tiene fuerzas para luchar, no se quiere levantar. Duerme más de diez horas y no para de protestar.
Y tu mente te chilla: ¡Idiota! ¡Muévete! ¡Muévete! ¡Un día más es un día menos!
¿Qué? Suficiente tengo con sonreír. Sonreír todo el tiempo. Aunque no quiera. Y eso agota, más de lo que puedas imaginar.
¡Eres fuerte!
Agota que te digan que eres fuerte. ¿Fuerte? ¿De qué sirve intentar ser fuerte contra algo totalmente fuera de tu voluntad? ¿De qué sirve ser fuerte contra algo que te hace cada vez más débil?

Más suave. Cada vez le cuesta más latir. Más lento. No lo oigo.

¿Lo oyes tú?

Si al menos pudiera huir. Si al menos pudiera quitármelo de encima...
Pero son sus risas, sus planes, sus miradas en mi espalda.
Ven lo que hago, pero no saben cómo me siento. No saben qué pienso. No saben qué me incita a hacer lo que hago ni cómo lo hago.
Pero no les importa. Siempre juzgan, hablan, matan.

¿Puedes tú entender cómo me siento?

Mientras tanto, no hagas como si no existiera.
Quizá yo sea un error o el pasado que quisieras borrar, pero... Para mí es (o fue), algo muy especial. He sido muy feliz. Estaba contenta.
Me sentí bien conmigo misma.
Siente lástima. Ríete de mí. Llámame caprichosa. Pero por favor, no hagas como si no hubiera pasado nada. No reniegues de mi...

Yo no quiero admitir mi derrota. Quiero pensar que aún puedo ganar. Quiero poner la mano en el fuego para probar que lo he hecho lo mejor que he podido. No quiero rendirme ni si quiera a lo perdido.

Ser extraordinaria.
Brillar...

¿Por qué no eres más sincera con tus sentimientos?
Porque si me dejo llevar... quizá cometa algún error.
Si no confías en tus sentimientos... lo que tiene que ser, nunca será.
Ser una de esas que siempre necesitan a alguien a quien proteger. Que cuando la tiene, esa persona es siempre lo primero.

Nada. Ninguna duda dentro del corazón. Las intenciones y los sentimientos son cosas distintas. Y yo solo sé lo que siento. Sé lo que quiero hacer.
Pero... necesito poder saber que puedo confiar.
Esto no es lo que estaba planeado. Yo creía que podría hacer algo.

No puedo hacer nada... No lo entiendo. Y sé que no tiene remedio, pero por eso ¿me convierto en la mala? Me esfuerzo tanto... siempre todo lo que puedo. Pero parece que no es suficiente.
No sé decirlo mejor. Quizá me equivoque, pero no puedo parar.
¿Por qué no podemos hacer las cosas de la forma más fácil?
Cuando algo es demasiado sencillo, se convierte en lo más complicado.

"Cuando se lo vayas a decir, ¿no será demasiado tarde?"
"Luego será tarde. Demasiado tarde."

Más, por favor. Necesito que me culpéis más. Quiero...  que sigáis acusándome. Que me pisoteéis. Más. Más. Echadme toda la culpa a mi.
Para que nunca más pueda volver a levantarme.

Siendo así... Tonta.
Te preocupas más por otros que por ti. Siempre igual.
Aceptas los sentimientos de todos. Los valoras y los aprecias. Los conviertes en responsabilidad tuya. Una vez. Y otra. Y otra.
Hasta que un día...

... acabarán aplastándote.

Y cuando te aplasten, tu sonrisa desaparecerá.
Y si eso llegara a pasar...

Había tantas cosas que quería decir. Que pensaba. Y no me atreví...

Pensé que podría darle la mano.
Quería que se quedara a mi lado.
Quería ver su sonrisa cada día.
Le quiero.

Estoy enamorada de él...

¿Cuándo empecé a quererle?

Hay algo en él, en lo más profundo de su corazón hay algo insensible y frío.
¿Será ese el motivo por el que es tan inestable?
Tiene el corazón triste, sin duda.
Y si yo brillo... ¿le atraeré? ¿Como aquellas estrellas de las que habló?
Aunque sea algo insignificante... esa noche... él fue mi estrella.

Es verdad que... es más fácil vivir en este mundo si el dolor de los demás te es indiferente.
Sin preocuparte por el sufrimiento de los demás.
Sin darte cuenta de que les estás ignorando.
Sin embargo...
¿Por qué no puedes dejar de preocuparte por eso? Déjalo ya. No hay nada por lo que debas culparte. Lo has hecho lo mejor que has podido. Por favor, no te alejes de este mundo. No lo ignores. Por favor, quédate aquí. No te rindas.

Me duele el corazón... como si me lo desgarraran.
¿Es por esos deseos desmesurados?
¿Hacen que me sienta insignificante?
¿Es porque sé que hay deseos imposibles de cumplir?
Deseos...
¿Tú tienes algún deseo?

No me odies.
Yo solo quería escuchar eso.
Aunque fuese una sola vez.
Aunque fuese mentira.

"Ya no puedes hacerme más daño."

Mentí. Podías.
Lo jodido es que me lo hayas hecho dejándome claro algo que yo ya sabía.
A veces la intuición es una mierda.
Y vivir en la ignorancia es tan bonito...

Un puto gato. Saltando de árbol en árbol.
O el suicidio social. Algunas veces comprendo totalmente esas ideas tan absurdas.
Y ahora me apetece. ¡A tomar por culo el mundo! Y el poder que tiene de hacer daño.

Y siento que es el final de esto. Por un tiempo, al menos, no tengo nada que decir. Ya había una temporada demasiado negra como para que fuera agradable a los ojos ajenos.
Así que lo siento por aquel que se entretenía en estos lares.

Tengo ganas de mentirte. De decirte no eres tú, soy yo. Así que me voy a alejar para no darte preocupaciones (aunque seguramente me quede sufriendo en un rincón, así, a lo dramático, como solo yo sé sufrir, oye).

Pero en realidad pienso: si estoy derrotada es por tu culpa.
Que estoy frustrada, y que no sé qué debería hacer. ¿Llamar? ¿Esperar?
Y, si me llamas, ¿contestar?

Decirte lo egoísta que eres, lo mal que me siento cuando, después de haber intentado apoyarte me ignoras como si solo fuese un trapo al que recurres cuando quieres sonarte los mocos. Y después, me dejas de nuevo en un cajón hasta que necesitas volver a sonarte la nariz.
Pues que sepas que yo también tengo mocos.
Pero al contrario que algunas personas, intento sonármelos en mi propia y jodida puñetera manga podrida de tanto moco, y después simplemente estoy. Para ti. Y para los demás.

No quiero que te sientas culpable o peor que yo.
Solo quiero que me mandes a la mierda ya.
O no. También puedes aclararme las cosas, en vez de simular que no han ocurrido.
Porque eso es fácil, ¿verdad?

Pues yo no soy capaz de inventarme un mundo en el que no hayan pasado las cosas que han pasado. Así que sigo recordando un 23 de Noviembre del que aún no tengo ninguna explicación.
Aunque supongo que mi intuición no me fallará. Supongo que hacía calor.

¿O lo tenías tú?

Es curioso. No es que mis sentimientos hayan cambiado, sino que, a menos atención recibida, menos atención dispone mi cerebro a pensar en eso.
Me gusta de la misma forma, mi admiración es la misma, pero solo cuando está ahí. Cuando demuestra que está delante. Que soy alguien, y que importo.
¿Y cuando no está?

Me descubro pensando muchas veces si habrá muerto. Por sus prolongados silencios a veces lo diría. Y entonces mi atención se centra en otras cosas, en otras personas.
Y cuando nos vemos otra vez, vuelta a empezar.

Aunque estoy temiendo que llegará el día en que ni si quiera nos crucemos y yo termine por dejar de dar algo que no me va a ser devuelto nunca.
Supongo que es una especie de auto "venga muchacha, supéralo de una vez, que ya sabes lo que hay".

Pero es que no lo sé... necesito un trasplante urgente. Creo que mi pequeño corazón me está fallando...

Porque otros días opino tan diferente...

Feliz navidad, los cojones.

No son chorradas.
Me importa, todo.

Porque pequeña... yo destrocé parte de tu mundo. Te lo robé.
Te arrebaté una de las cosas que más feliz puede hacer a alguien.
Me lo quité a mí misma.
Y no soy capaz de perdonarme, porque aún así tú, con esa bondad infinita, con esa dulzura que desprendes, seguiste a mi lado.
Comprendí perfectamente tu reticencia en un principio. Admiré profundamente tu valor.

Porque te quedaste conmigo. Por eso me importa todo lo que salga de ti. Quiero comprender como se puede tener un alma tan hermosa, porque la envidio.

A lo mejor así seré capaz de perdonarme, seguir hacia delante y daros un mundo mejor.
A los que aún estáis.
Perdona por no haber sabido contestar antes a algo que sabía con seguridad, todo lo que te debo.

El mundo se rompe en mis manos, y no puedo hacer nada por evitarlo.

¿Qué quieres?
Yo querría poder escuchar de nuevo esas canciones.
La banda sonora que habla de ti.

Eso querría decir que no me duele el corazón cada vez que salen en el modo aleatorio del iPod.
Querría decir que todo está bien, e irá bien.

O que ya no me importas.
(Pero eso sería una auto-mentira estúpida).

You can't get enough you take,
And take and take and never say.

...Fuck it 

Are you listening?

No te quedes ahí esperando a que alguien vaya, te escanee y compruebe lo que tienes en la cabeza o en tu corazón (o acaso que lo intente). Dilo. Di lo que sea que tengas ganas de decir o de gritar al mundo. Di lo que sea que tengas guardado y no te atrevas a contar por miedo a “y si” o “es una tontería”.
Deja las medias verdades y las incógnitas, no son mucho mejores que un engaño.
Deja la frialdad a un lado con las personas que te importan.
Deja de aparentar indiferencia. La indiferencia duele mucho más que cualquier cosa que puedas decir.
Y, sobre todo, no rechaces ayuda cuando se te ofrece, porque no estás dejando ir una mano, estás dejando ir una sonrisa. La tuya.
Como si te hundieras en el suelo.

No te vayas. Por favor. Quédate.
Se está tan bien en la oscuridad... ¿verdad?
Te puedes relajar. Sin sonrisas frágiles. Sin besos en el aire.
Sin sarcasmos. Olvida la tensión. Las preocupaciones. Las peleas.
La vida es tan corta. Demasiado corta para la crueldad.
Cierra los ojos.
-Necesitaría estar así otra vez. Solamente a oscuras, y en silencio.
Pero cerca. Para así creer que no estoy sola.
Y así, en la oscuridad...
Cerrar los ojos.-

Siempre es la letra. Siempre es la letra...

Él, listo para impresionar. Ella, lista para ser impresionada.
Él, con furiosa excitación. Ella, con los ojos brillantes.
Apuesto a que ella se parecía más a un terrón de azúcar deshaciéndose que a otra cosa.
Dispuesta a cometer un error. A cometerlo mil veces.

Si de alguna manera pudiera haber visto el camino correcto hacia el lugar que quería…
Podría haberlo hecho un poco mejor.

Pero él no podía esperar para hacerlo. Ella, tampoco.
Ella, descubriendo de nuevo que ni entrelazar las manos, ni un beso, ni si quiera una caricia en una cara repleta de lágrimas significa una promesa.

Ella, sacó unos pedazos pequeños palpitantes de su pecho, y los vio arder ante sus ojos.
Entonces, hecho su corazón cenizas, le dio igual.

(Le dio igual ser imposible de amar.)

No te pido que olvides, tan solo que compartas tus recuerdos conmigo.
No sólo es el pasado lo que no podemos recuperar, a cada momento, ahora mismo...
Cada momento que vivimos intentando recuperar el pasado son momentos que perdemos y que tampoco van a volver. A cada momento... ahora mismo, estamos viviendo un momento especial.
Yo estoy aquí.

Cuando era más pequeña, había un monstruo que vivía debajo de mi cama.
Nunca le vi la cara. De hecho, jamás escuché un sonido por su parte.
Pero eso lo hacía todavía más terrorífico. Nunca saber cuándo saldrá, cuando te observa y te está vigilando mientras duermes. ¿Cuándo escucha las palabras que susurras en sueños? ¿Cuántos secretos guarda junto a las arañas muertas?

Algunas veces tenía ganas de susurrarle, decirle algo como “sé que estás ahí, y ¡no me das miedo!” Pero habría sido una mentira, una mentira muy mala, pues su presencia (que se reducía a una idea, un presentimiento de que, efectivamente, estaba ahí) me aterrorizaba más que cualquier otra cosa.

Todo se iba a acabar cuando, hace unos meses, cambiara los muebles de mi habitación. No tendría dónde esconderse, porque mi cama sería una litera, debajo estaría mi mesa o cualquier otro mueble, y no habría escondite oscuro donde ocultarse.

Me equivoqué.

Después de dormir algunas noches relativamente tranquila, volví a sentirlo. No existen palabras lo suficientemente exactas para describir el pánico que recorrió mi cuerpo, desde la cabeza hasta el último dedo de mis pies.
No podía ser. Pero lo fue. De repente bombardeó mi mente y me quedé aturdida. “Está aquí”.

Parecería un miedo infantil ridículo, pero no lo es. Es… que sepa exactamente qué piensas, qué sueñas, cómo te mueves mientras duermes, qué escribes en tu diario, qué lees antes de acostarte, con quién hablas, a quién anhelas…

A mí, el hecho de que alguien lo sepa todo de mí, me provoca una sensación inquietante y desagradable.
Su presencia ocupa todas mis fotos, libros, prendas…
… tardé en darme cuenta de que soy yo.

Y no sé si debería seguir teniendo miedo y preocuparme, o sentirme bien y aliviada...

Hiéreme. Y lloraré.
Hiéreme. Y sangraré.
Hiéreme. Y moriré.
Lo vas a ver.

No puedo dormir, concentrarme, comer.

Hiéreme. No te lo voy a devolver.
Hiéreme. No me voy a ir.
Hiéreme. Te seguiré queriendo.
Hiéreme. Seguiré creyendo en ti.

Hiéreme. Te pediré perdón.
(Es a lo que estoy acostumbrada.)

Hiéreme y soy tuya.
Hiéreme una vez más.
Ya no puedes hacerme más daño.

Es injusto que quien más quieres es quien más daño pueda hacerte.
Deberían ser únicamente los que cuidan, los que curan, los que aman.
Parece ser que el último cuchillo ha sido lanzado.
Podrían lanzar más, pero no funcionarían: definitivamente, estoy rota.
Y no hay hilo que pueda coser el polvo.

Y ¿quién es él?

(Y no me vengas con el "y ¿en qué lugar se enamoró de ti?", porque resulta que no está enamorado de mi...)

07.11.2010

Sublime. Épico. Genial.
No sé qué otras palabras podrían definir el concierto de ese día.
Solo con decir que cuando vi a Chester, Mike y compañía, mis ojos empezaron a llorar solos. Toda la emoción, todos esos MILES de brazos levantados al ritmo del mejor grupo...
Valió la pena levantarse a las 6 y media para esperar.
Y para conseguir tener unos recuerdos como estos:

Eso sí, todavía me duele la garganta y tengo agujetas por todas partes, y me he pasado prácticamente dos días tirada y/o durmiendo.
Aquí el vídeo que salió para los EMAs... Yo estaba en tercera fila :)

Gofres. Tortitas. Donuts. Patatas. Napolitanas. Chocolate.

Y es que llevo un par de días pensando solo en comida.
Suele pasar cuando la mitad de tu familia está a dieta y un cuarto a penas come y lo hace en horarios extraños.
La explicación es sencilla: no hay comida. Solo hay... cosas verdes, y ninguna son ositos de gominola. Y yo no como nada verde que no sean lechuga, ositos de gominola o espinacas.
No hay bollos. No hay dulces. Dios mío, les falta retirar el azúcar de la despensa y ya me arruinarán absolutamente porque no podré hacerme ni si quiera tostadas. Y está complicado, porque han reducido la compra de pan.

Mi padre está emperrado en que el botón del pantalón deje de resistirse y desabrocharse, y no sé cómo decirle que a mi los míos llevan tiempo quedándose grandes, lo cual no sería un gran problema si tuviera dinero para comprarme ropa. Pero no tengo. Porque nadie me da trabajo (me falta llevarle el currículum a Dios, pero creo que él tampoco me contrataría :( ).

Así que últimamente solo sueño con napolitanas de chocolate, bollos, dulces, chucherías, comida sabrosa y poco sana... Ver Gossip Girl no ayuda, puesto que van de cóctel en cóctel poniéndose hasta arriba de cosas que hacen que tenga la mesa llena de babas e insuficiente papel higiénico para retenerlas.

Hoy he visto un donut y ha desaparecido (creo que está en mi estómago pero todo ha sucedido tan rápido que no estoy del todo segura).

Creo que estoy tan enferma que hasta la comida huye de mí. No os acerquéis a no ser que acabe de comer algo.

He dicho.

Debido a los acontecimientos que últimamente han estado sucediendo en mi vida, creo que necesitaba reflexionar.
Llegué a muchas conclusiones mientras me deshidrataba por los ojos. No sé si son conclusiones que cambiaré... pero parecían bastante nítidas.

Primero, me he dado cuenta de que nadie está contento con lo que tiene. Y no sé si es porque tenemos demasiado tiempo libre para deprimirnos, o qué, pero pensé que en épocas anteriores la gente estaría tan preocupada por conseguir algo para llevar a la boca o huir de un león enfurecido que seguramente no tendrían tiempo para caer en una depresión.
Así que voy a intentar ser un poco menos quejica, y no a ser conformista, pero sí a intentar mirar las cosas desde otra perspectiva. Desde luego, creo que eso me ayudará a alcanzar antes un estado más cercano a la felicidad.

Segundo, la gente se va. Sí, la gente se va, pero por suerte, muchos de ellos vuelven. Quizá no para quedarse, pero lo importante es que volvieron. Lo importante no es que puedan irse, sino que una vez estuvieron ahí. Y quiero disfrutar al máximo el tiempo que tenga con las personas a las que ahora aprecio, porque, como ayer hablaba con alguien, quizá en unos cinco años esas personas a las que ahora quiero tanto no me reconozcan por la calle, no recuerden mi voz, y yo solo sea para ellos una sombra con la que pasaron ciertos acontecimientos de su pasado.
Voy a exprimir mi tiempo con ellos. Voy a hacer todo lo posible (si se dejan) para vivir momentos que al menos yo no pueda olvidar. Haré muchas fotos, escribiré muchas cartas y muchos post para que no quede en un simple archivador polvoso en mi cabeza.

Todos nos sentimos solos. Algunos están rodeados de gente. Otros tienen a una persona en su vida. Unos la tuvieron y han pasado por gran dolor al perderla, y no son capaces de seguir hacia delante porque no lo han superado. Otros se sienten así solo a ratos. Otros siempre.
Pero creo que si tenemos ganas de dejar esa soledad que duele, podemos. Todos nosotros.


Me prometo, que lo intentaré con todas mis fuerzas.


¿Un rayo de luz? Todavía no. Pero pronto. Pronto...

¿por qué hieres?

¿De qué tienes miedo?

Estás asustado. Lo sé. Me lo dicen tus ojos. No los veo, pero precisamente lo sé por eso: porque no me miras.
No sé si miras al infinito o solamente evitas mis ojos, si me estás escuchando. Solo sé que tienes miedo.

¿Te asusto? Me pregunto si podría hacerte daño de alguna manera. Lo dudo bastante.
Adrede, ni soñando: jamás iniciaría una acción mala y consciente contra ti.
Y sin querer… realmente dudo que haya algo en mí que pueda herirte.
Si no me lo quieres contar, no importa… Pero yo también tengo miedo, también estoy asustada.
Al fin y al cabo, soy humana.

La oscuridad. El dolor. No poder defenderme. Las dudas. Que te vayas para siempre. Perder el camino. No ser fuerte. Los recuerdos. El olvido. Que ya no estés conmigo…

Podría hacer una lista infinita de las cosas que me dan miedo. Pero creo que es más útil saber que, de cualquier manera, si está conmigo mi pequeño corazón… Haré frente a todos y cada uno de ellos. Y ganaré. Simplemente porque lo merece. Porque lo mereces.

Porque hubo un día en que, sin yo pedirlo, sin yo pensarlo, una mano agarró la mía y caminó conmigo.

Y en ese momento no tuve miedo.

Atención, lector: entrada escrita sin pensar, tecleando como una posesa las palabras que salían de mi mente. No me hago responsable pues ni de las faltas ni de la mierda...

Es... no sé.
Creo que, de alguna manera, aunque no consiga entenderte, en realidad, te entiendo. Porque me pasa lo mismo.
Igual no es lo mismo, pero seguro que se le parece...

Pasar los días frente a la pantalla del ordenador... películas, animes, series, mangas, tuenti, películas, mangas, animes, series, tuenti...

Tengo un nudo en el estómago que no se va. Hay algo que no está funcionando bien, pero no sé qué es. Tengo esa angustia contenida, como cuando esperas algo, pero sin saber qué espero.
Se supone que todo está bien, pero no lo está. Hay algo que no está en su sitio, y empiezo a pensar que la que no está en su sitio soy yo.
Las ideas se amontonan en mi mente, y ni si quiera hablando soy capaz de expresarme con claridad, diciendo algo que no pretendía, o llegando a una conclusión que en principio ni si quiera me planteaba.

No sé si me expliqué bien, no sé si era realmente lo que quería decir... Pero se suponía que eso iba a solucionarlo todo.

Después de esa conversación, no me siento mejor. No, algo sigue mal ahí, o quizá no sea ahí, sino en algún que otro lugar remoto de mi cabeza.
Parece increíble que siga igual de perdida que cuando tenía 17 años...
Parece increíble que siga preocupándome tanto por las personas, después de todo lo que ha pasado en casi 3 años.

Y esta entrada de mierda solo sigue siendo más caos...

Estar contigo es como cuando vuelvo a mi cama tras varios días sin haber dormido allí, como cuando me voy de vacaciones y vuelvo a ella.

Llego y está fría. Me hace temblar, me siento indefensa y me acurruco en un rincón intentando entrar en calor, pero aún así es una sensación agradable: al fin y al cabo es mi querida cama.

Al cabo de un rato, bajo las mantas empieza a haber calidez y mis dedos dejan de estar azules, dejo de temblar y estoy mucho más segura.
Estoy tan a gustito que no quiero dormirme, porque sé que entonces me despertaré y habrá pasado toda la noche y yo no me habré enterado de lo bien y a gustito que se estaba bajo las mantas. Pero irremediablemente, ese calorcito hace que al cabo de unas horas acabe rendida, con placidez, y me duerma.

Y cuando me despierto, frío otra vez. Aún estando debajo de las mantas, vuelve la tiritera, la inseguridad, el acurrucarse. Tan, tan frío, que me dan ganas de salir corriendo de la cama y no volver.

Y corro.

Y siempre vuelvo.

No hagas con el amor lo que hace un niño con su globo, que al tenerlo lo ignora, y al perderlo llora...

Pablo Neruda

Cada vez es más y más real, y me voy dando cuenta, porque todo se hace más borroso, menos brillante, más oscuro.

No era que en realidad necesitara eso para saber que las cosas iban a ser así, yo ya lo sabía.
Cada día, los recuerdos de esos días rebotan en mi cabeza cada vez que la apoyo en la almohada, gritando en un silencio que solo yo puedo escuchar.

Pero ni si quiera con esas voces consigo distinguir qué es lo que dicen. Acaso que solucione mi vida si antes lo hice mal, que no me raje cada vez que he de decir algo importante.
¡Ey! No lo dejes en un "Oye..." No llames y te quedes callada pensando cómo lo dirás, simplemente hazlo (algo así).

Pero cuanto más me doy cuenta de que es verdad, más miedo me da perder eso que creo mentira.

Y tampoco es que sirva de nada el "bueno, vamos a tirar por lo racional". Qué racional ni qué... cuando aquí lo que tira es el corazón, el sentimiento de protección mínimo que supera con creces a la desnudez que siento el otro 95% de las veces.

Entonces, ¿qué? Pues no lo sé. Puedes seguir tirando de algo que dudas que existe, por si por una casualidad remota (y tan remota), se convierte en realidad, o puedes cortar con ello y pensar "¿qué habría pasado si..?".

Pero nadie hace nada. Todos se quejan, tienen miedo o están preocupados, pero no hacen nada. Solo fingen que están pensando en algo.
No hacen más que criticar lo que hacen los otros, pero ellos mismos se quedan de brazos cruzados.

A lo mejor uno de nosotros no vuelve nunca más. A lo mejor alguien que quieres desaparece ante tus propios ojos.
Es duro vivir pensando así. Esa es justo la razón por la que lucho.

Dicen que la vida está llena de posibilidades. Yo no estoy de acuerdo. Siempre he tenido pocas opciones. A veces, sólo una.
De esos pocos caminos, he elegido uno, y ése es el que me ha traído hasta aquí.
Quiero ser fiel a ese camino. A ese camino que he elegido, que he tenido que elegir.
No hemos llegado hasta aquí arrastrados por el destino. Hemos llegado eligiendo nuestro propio camino.
De pequeños, no podíamos estar solos. No teníamos otra opción que vivir la vida que se nos ofrecía. Pero... ahora estamos juntos. Ya no somos críos. Ahora somos mucho más fuertes.
No quiero volver a separarme de  la gente a la que quiero. Por eso lucharé.
Es lo mejor que puedo hacer para seguir con esas personas.

Luchar es el único modo de protegerlos a ellos y a una misma.

(Si estás de acuerdo, quédate. Eso espero.)

A veces las cosas se vuelven en contra y terminas perdiendo lo que llevabas colgando del hilo.
Expectativas.
¿Cuáles?
De todos modos, hay señales:
Una mano, una palabra, un gesto.
Su cambio. O su ausencia.
Es cuestión de prestar atención.

El cambio es, desgraciadamente, un concepto al que nos agarramos con fuerza.
Es algo que no puedo hacer, ni haré por nadie.
Puedes intentar cambiarme, pero no durará mucho tiempo, aunque me presiones.

Las máscaras producen, al cabo del tiempo, agujeros y pozos demasiado profundos. Y al final, se cae, inevitablemente, dentro de ellos. Así de simple.

Puedes salir fuera con la terrible verdad, o con esa máscara de cambio, lo único que cambia es nada: tus ojos no mienten, mis labios no mienten.

Eres quien eres. Soy quien soy.
Y puedes correr, puedes intentar escapar, pero no podrás esconderte.

No me lo digas ahora, no hace falta.
No pretendo que sea un "sí", y no por eso vas a dejar de gustarme tampoco.
Yo sé lo que siento, y eso no va a cambiar. Por eso, esperaré. Aunque duela. No podía seguir sin al menos decírtelo.
Y que te estaré esperando.

En el amor, cada momento cuenta.
Porque luego... luego será demasiado tarde.
¿Te digo qué es lo más importante para triunfar en el amor?
Uno, elegir a la persona adecuada y dos, ser muy sincero con ella. Si rompes alguna de estas normas es imposible que algo funcione.

¿Sabes cómo olvidar a tu antiguo amor?
Enamorándote de nuevo. Sumérgete en el presente.
Ese amor pasará a la historia de la forma más natural.
No es que no puedas enamorarte hasta que no olvides, sino que al enamorarte de nuevo, acabarás olvidando.
Un corazón herido por amor se cura con más amor.
Piénsalo bien, y decide... Hagas algo, o no lo hagas... la elección final es siempre de uno mismo.

Todo lo que quiero de verdad pasa por delante de mi sin que pueda cogerlo.
Cuando quiero que alguien esté, se va.
¿por qué?
Me quitan las esperanzas, y la buena suerte no dura mucho.
La vida debería ser siempre un placer.
Pero... si la buena suerte se puede convertir en mala suerte, la mala suerte debería poder convertirse en buena suerte, ¿no?
Yo lo creo y por eso...
...sigo viviendo.

Sé que no deseas hacerle daño a nadie. Quizá haya sido lo mejor que hayas estado un rato ahí, a escondidas...
Pero, ¿puedo decirte una cosa? En cuanto a qué es mejor, y lo que va a pasar en el futuro... Nadie lo sabrá hasta que lo vea.
Así que, al menos, asegúrate de lo que sabes ahora.
Preocúpate solo por lo que sientas ahora mismo.

Mi querido pequeño corazón:

Necesito que seas valiente por mi. Sé que tiemblas sobre venas y bombeas contra unas costillas de hueso de pájaro, pero te necesito para que cojas mis dientes y hagas que deje de morderme.
Sé que es difícil y que no hemos ganado ninguna medalla al coraje, pero creo que si nos agarramos las manos y cerramos los ojos, juntos podemos pasar por esto.

Te necesito, y debes saber que, probablemente, podemos salir heridos.

No estoy diciendo que vayamos a jadear y sangrar en el suelo, ni que vayamos a cerrar las puertas, apagar las luces y romper los interruptores, pero no puedo mentirte y decir que viviremos siempre bajo la luz de un Sol eterno. No lo haremos.

No nos vamos a esconder detrás de un muro siempre, aunque si queremos conseguir aquello con lo que soñamos, debemos intervenir en el frente, desafiar ese arma de fuego y recordar cuánto valemos. Podría valer la pena. Te lo prometo, podría valer la pena coger esa bala y disparar.

Y estará bien, porque no somos del tipo que se rompe fácilmente, ¿verdad? Sabemos cuánto podemos doblarnos, sabemos que si nos agarran de los pelos y nos arrastran kilómetros sobre el suelo, apretaremos la mandíbula y barreremos la arena con ese cepillo, y después nos levantaremos.

Y no te preocupes. Nunca te abandonaré o dejaré que te pudras, ni olvidaré decirte lo hermoso que eres una vez al día. Siempre serás amado.

Así que sé valiente, porque creo que sé de qué va esto.
No llores, porque creo que sé cómo podría terminar.
Sé fuerte, porque creo que sé que podemos pasar por esto.
Mi dulce, mi querido, mi pequeño corazón...

si no te quieres tú ...

nadie lo hará.

así que cuida a tu pequeño corazón.

porque solo tienes uno.

Cuando me tocas y me miras, eres rojo.

Cuando me hablas, me explicas, eres blanco.

Cuando dudas, eres amarillo.

Cuando aventuras, eres verde.

Cuando dueles, eres negro.

rojo, lujuria.

blanco, calma.

amarillo, dolor eléctrico.

verde, esperanza.

negro...

no quieres saber lo que es el negro.

Desde que tengo uso de razón, tengo confianza.
Creo que sería lo que algunas personas llaman “fe”.
Sí, tengo fe en los lazos, en el amor. En que algo tan fuerte no se puede destruir de un plumazo.
También creo en la objetividad y en el “no meter las narices”.
Sobre todo, tengo fe en las personas, confío en ellas. Y, ahora, a pesar de que todo diga “no” yo digo, grito y gritaré ¡Sí!
Sí, que el dolor se convierta en más fuerza para afrontar el mañana. Sí, que se dejen atrás estúpidos prejuicios y opiniones preconcebidas. Sí..
Porque esos lazos vivan. Porque superen todos los baches.

solo sé que lo echaré de menos:
lo que llegué a tener, lo que aún conservo (por poco tiempo)
lo poco que tuve, que ya no tengo,
lo que estuve a punto, lo ahora imposible...
es todo, son todo.
y ¿la culpa?
de nadie...

maybe

Me voy a la playa. 4 días.
Pienso tirarme todas las horas posibles sentada en la arena mirando el agua, hasta que se me quede grabada la imagen en las retinas, y el sonido guardado en los oídos, para poder traérmelo a casa.
Seguro que no llego cuerda.
Qué bien me va a venir ...

A veces tengo la sensación de que la gente odia tan fácilmente porque le gusta odiar. Porque así se sienten de alguna manera poderosos, por encima de la persona a la que odian, o de la situación que provocó ese sentimiento.

Pero a mi me parece que odiar a una persona es algo muy triste… Odiar es un sentimiento desagradable.

Sobre todo si odias a una persona que no conoces. Porque entonces no demuestras madurez, es como decir que no te gusta una comida cuando jamás la has probado.

No tiene sentido…

Odiar es, de alguna manera, echar la culpa a otro de tus propios problemas.

Apechuga con ellos. Asume el pasado.

sweet friend

Mi premio otorgado por Manzanita, ¡muchas gracias!
Y ahora, siguiendo las normas... ¡10 cosas que me gustan!

• Mimos
• Ver pelis con alguien 
• Anime, series, ...
• Música
• El mar
• Dibujar
• Los pajaritos del atardecer en verano
• Quedarme hablando hasta tarde sin darme cuenta
• Fotografía
• (Claramente): él.

Centrarse en 'ahora' y olvidar.
Pero qué difícil es olvidarte...

crecer es darse cuenta de que la vida no es como quisieras que fuera
todo es mucho más complejo
responsabilidades, luchas, deberes,
sonreir cuando no te apetece
mentir para no hacer daño a la gente que quieres
fingir cuando perfectamente sabes que te mienten

chojin

In the moment when I truly understand my enemy, understand him well enough to defeat him, then in that very moment I also love him. I think it’s impossible to really understand somebody, what they want, what they believe, and not love them the way they love themselves. And then, in that very moment when I love them-..... I destroy them. I make it impossible for them to ever hurt me again. I grind them and grind them until they don’t exist.

Ender's game, Orson Scott Card

De nada sirve quejarse y quedarse quieto. Si no depende de ti, sigue viviendo; pero si lo puedes cambiar, haz todo lo que esté en tu mano para ello.
Y cuando te encuentres en una encrucijada decide rápido, y nunca intentes hacer feliz a todo el mundo, porque entonces todo será al contrario… y saldrás perdiendo.
"No lo pidas,consíguelo por tu cuenta. Hazlo, y tendras éxito."

(get it by your hands)

Quizá esté soñando conmigo.
Y con esa última idea en la cabeza, llena de confianza, se desliza bajo las sábanas y se adormece feliz. No piensa que cuando has dejado de querer a una persona no debes mantenerla ligada a ti por el mero he­cho de que te da seguridad y te hace sentir importante. El coste de la independencia es la libertad, y ésta sólo puede ser total cuando uno es honesto consigo mismo y con las personas a las que ha amado.

F.M. - Perdona, pero quiero casarme contigo.

A veces un fragmento se asemeja tanto

a un sentimiento propio...

Llega un momento en que te descubres contándole a alguien, pero en realidad a ti misma, las razones que te llevan a tu estado.
No está bien vivir a través de otra persona... ni que tu felicidad dependa de ella. Y, aún así, es por esa dependencia que existe el "amor".
No.
Ponte guapa para ti.
Sal para ti.
Compra para ti.
Disfruta para ti.
Vive para ti.
Y quiérete... a ti.

Y entonces decide si sigues "queriendo".

Y si la respuesta es "no", busca a otra persona a la que amar.

November Rain

... me di cuenta de la letra de la canción.

Yo si estoy cansada de la incertidumbre, de no saber si hoy estarás de humor, o borracho, o dormido… De no saber si hoy serás tú o estarás contra mí, no saber si puedo abrazarte o debo a mi pesar permanecer a kilómetros de tu corazón y mis deseos.
Y por eso te digo que soy yo la que está cansada. De entregar su salud, sus sonrisas y su tiempo sin recibir ese algo cálido que no cuesta dinero, cuesta besos, caricias, y algo más que un revolcón…

Me pregunto tantas veces si soy demasiado exigente, si pido algo más de lo que merezco y por eso no lo obtengo… Pero, entonces, ¿Por qué otros me sonríen sin pedirlo? ¿Por qué intentan rozar mi mano, tocar mi pelo, buscar mis labios sin quererlos?

Esas son las mayores satisfacciones: tu risa, tu voz, tus ojos claros, tus bromas, tu mano calentita en mi mejilla, tus labios traviesos en mi cuello y tus brazos rodeando mi cintura…
Y me duele no comprender por qué dices que me quieres sin querer lo que yo quiero, que es a ti conmigo…

y ¿tú? ¿has encontrado a alguien...
que haga que te duela el corazón de la forma buena?

a pesar de todo...

nada más...
De "vacaciones".

Ser pequeñita otra vez

Qué feliz...

Mírate en el espejo,
¿quién te devuelve la mirada?
¿Es esa la persona que quieres ser o es alguien diferente a quien querías ser?
A la persona que deberías haber sido y no conseguiste ser.
¿Alguien te dice que no puedes? ¿Que no lo serás?
Porque sí que lo eres.
Créeme, el amor está ahí. Créelo, los sueños se hacen realidad cada día, porque es así.
A veces la felicidad no se encuentra en el dinero o el poder o la fama;
a veces la felicidad se encuentra en los amigos y en la familia y en el simple hecho de tener una vida buena. Créelo, los sueños se hacen realidad cada día, porque es así. Así que echa un vistazo a ese espejo y recuérdate que tienes que ser feliz porque mereces serlo.

Créelo.

-oth

No sé cuál era tu respuesta correcta, pero mi respuesta correcta era: 


Sí. 




...








Pero ahora no...

"At this moment there are 6,470,818,671 people in the world. Some are running scared, Some are coming home. Some tell lies to make it through the day. Others are now just facing the truth. Some are evil men at war with good, and some are good struggling with evil. Six billion people. Six billion souls. And sometimes all you need is ONE."

Tú..

"Un hombre de palabras y no de hechos es como un jardín lleno de malas hierbas. 

Y cuando las malas hierbas empiezan a crecer, es como un jardín lleno de nieve. 

Y cuando la nieve empieza a derretirse, es como un pájaro sobre el muro. 

Y cuando el pájaro se aleja volando, es como un águila en el cielo. 

Y cuando el cielo empieza a rugir, es como un león en la puerta. 

Y cuando la puerta empieza a romperse, es como un palo que atraviesa tu espalda.

Ycuando tu espalda empieza a picar, es como una navaja en tu corazón.  

Y cuando tu corazón empieza a sangrar, estás muerto, y muerto..."

"A man of words and not of deeds
Is like a garden full of weeds
And when the weeds begin to grow
It's like a garden full of snow
And when the snow begins to fall
It's like a bird upon the wall
And when the bird away does fly
It's like an eagle in the sky
And when the sky begins to roar
It's like a lion at the door
And when the door begins to crack
It's like a stick across your back
And when your back begins to smart
It's like a penknife in your heart
And when your heart begins to bleed
You're dead, and dead, and dead indeed."

Albert Camus escribió: “Bendito el corazón que se puede doblar porque nunca se romperá”.
Pero yo me pregunto… si no se rompe, no se cura… Y si no se cura, no se aprende… Y si no se aprende, no se lucha… porque la lucha es una parte de la vida.
Entonces, ¿se deben romper los corazones?

Lucas Scott en One Tree Hill

suficiente es suficiente...

y suficiente es...

encontrar a alguien que haga que te duela el corazón

de la forma buena...

¿Por qué?

Y ¿por qué no?

A veces quiero y siento cosas sin querer.

Y no puedo encontrar una razón razonablemente racional para ello.

Simplemente me lo pide el corazón, dice que lo necesita.

Y, tras mucho discutir... 

Le hago caso: y pido.

Seguro que soy mejor que la chica de tus sueños.

...

Soy real.

Miss you.

Pero "quizá, quizá" con ser la que falta para tu sonrisa...

con ser ese rayo de sol en tu día nublado...

quizá, quizá...

sea suficiente...

¡Porque amas!

Después no soluciona nada, 

solo piensas que "quizá, quizá..."

Llevo pocha una semana y por eso cada vez que me muevo parece que he corrido una maratón, y me inflo a beber agua.
Se lo estaba contando a mi madre y reproduzco (hace menos de 5 minutos de esto):

Yo: ... y es que hago pises como si fuera un elefante.
Mamá: Claro porque bebes agua.
Y: ¿Los elefantes tendrán la vejiga muy grande?
M: Hombre claro, acorde a su tamaño.
Y: Mamá, los caballos son enormes y tienen el cerebro del tamaño de una nuez.
M: Ya, pero estamos hablando de órganos vitales, no del cerebro.

Rebautizando bichitos


Pues, creo que mi amiguito Sugus va a pasar a llamarse "Gato" o "Gato cabrón", porque son los nombres que se utilizan más en mi casa para llamarlo.

Supongo que no es la primera vez que ocurre, pues mi último hámster pasó de llamarse Henrri (por mi, escrito así, que yo era molona cuando tenía 12 o 13 años) a llamarse "Harry el sucio", porque a mi padre se le antojó así.

Solo queda añadir que Duna tiene mi nombre, o el de mi hermana, en muy muchas ocasiones...

___________________________________________________________

Día Musical...

"I'm tired of trying
Your teasing ain't enough
Fed up of biding your time
When i dont get nothing back
And for and for and for
When i don't get nothing back
Boy, i'm tired"
.

tus promesas: mentiras...

tu sinceridad, tu honestidad: cuchillos escondidos en tu espalda.

y cuando salen a la luz...me los clavas...

En el rincón, escribo las palabras que expliquen “por qué”. Las cosas buenas, las cosas malas., un corazón.
Y encajado entre mi espalda y la pared… estás tú.

algunas veces empiezo a echar de más...

lo que antes echaba de menos.