13/10/10


Cada vez es más y más real, y me voy dando cuenta, porque todo se hace más borroso, menos brillante, más oscuro.

No era que en realidad necesitara eso para saber que las cosas iban a ser así, yo ya lo sabía.
Cada día, los recuerdos de esos días rebotan en mi cabeza cada vez que la apoyo en la almohada, gritando en un silencio que solo yo puedo escuchar.

Pero ni si quiera con esas voces consigo distinguir qué es lo que dicen. Acaso que solucione mi vida si antes lo hice mal, que no me raje cada vez que he de decir algo importante.
¡Ey! No lo dejes en un "Oye..." No llames y te quedes callada pensando cómo lo dirás, simplemente hazlo (algo así).

Pero cuanto más me doy cuenta de que es verdad, más miedo me da perder eso que creo mentira.

Y tampoco es que sirva de nada el "bueno, vamos a tirar por lo racional". Qué racional ni qué... cuando aquí lo que tira es el corazón, el sentimiento de protección mínimo que supera con creces a la desnudez que siento el otro 95% de las veces.

Entonces, ¿qué? Pues no lo sé. Puedes seguir tirando de algo que dudas que existe, por si por una casualidad remota (y tan remota), se convierte en realidad, o puedes cortar con ello y pensar "¿qué habría pasado si..?".

2 comentarios:

  1. Da miedo perder algo que queremos y en lo que creemos, pero si eso significa ser sinceros con nosotros mismos y sentirnos mejor... a lo mejor merece la pena ser valientes y decir las cosas en el momento, pero está claro que el miedo a perder es mayor...un besito bonita.

    ResponderEliminar
  2. En ocasiones, pensar en lo que pudo haber sido es más destructivo que echar de menos (aunque a veces no se puede destinguir un sentimiento de otro).

    Duele perder a alguien que has amado, pero duele más pasar los mejores momentos de tu vida pensando que tu presente podría haber sido de otra forma.

    ResponderEliminar

susúrrame

No me juzgues tan rápido.
Solo estás viendo lo que yo he elegido que veas.