2/12/10


Cuando era más pequeña, había un monstruo que vivía debajo de mi cama.
Nunca le vi la cara. De hecho, jamás escuché un sonido por su parte.
Pero eso lo hacía todavía más terrorífico. Nunca saber cuándo saldrá, cuando te observa y te está vigilando mientras duermes. ¿Cuándo escucha las palabras que susurras en sueños? ¿Cuántos secretos guarda junto a las arañas muertas?

Algunas veces tenía ganas de susurrarle, decirle algo como “sé que estás ahí, y ¡no me das miedo!” Pero habría sido una mentira, una mentira muy mala, pues su presencia (que se reducía a una idea, un presentimiento de que, efectivamente, estaba ahí) me aterrorizaba más que cualquier otra cosa.

Todo se iba a acabar cuando, hace unos meses, cambiara los muebles de mi habitación. No tendría dónde esconderse, porque mi cama sería una litera, debajo estaría mi mesa o cualquier otro mueble, y no habría escondite oscuro donde ocultarse.

Me equivoqué.

Después de dormir algunas noches relativamente tranquila, volví a sentirlo. No existen palabras lo suficientemente exactas para describir el pánico que recorrió mi cuerpo, desde la cabeza hasta el último dedo de mis pies.
No podía ser. Pero lo fue. De repente bombardeó mi mente y me quedé aturdida. “Está aquí”.

Parecería un miedo infantil ridículo, pero no lo es. Es… que sepa exactamente qué piensas, qué sueñas, cómo te mueves mientras duermes, qué escribes en tu diario, qué lees antes de acostarte, con quién hablas, a quién anhelas…

A mí, el hecho de que alguien lo sepa todo de mí, me provoca una sensación inquietante y desagradable.
Su presencia ocupa todas mis fotos, libros, prendas…
… tardé en darme cuenta de que soy yo.

Y no sé si debería seguir teniendo miedo y preocuparme, o sentirme bien y aliviada...

3 comentarios:

  1. Nietzsche decía algo así como : "cuando miras fijamente al abismo, el abismo te devuelve la mirada" creo que es bueno darte cuenta de que te gusta indagar en tu yo más profundo, en esos "abismos", por supuesto, pueden encontrarse monstruos, pero es preferible saber dónde habitan a que un día te cojan por sorpresa y se conviertan en reacciones incontrolables de tu propio carácter. yo mismo, no hace mucho me planteaba "No tengo muy claro si son mis monstruos los que generan mis miedos o mis miedos quiénes crean a los monstruos", suerte con los tuyos.

    ResponderEliminar
  2. No te tengas miedo, cuéntate todo sobre ti misma. Puede que el monstruo de debajo de la cama, en vez de hacernos daño, sea un guardián para que nada nos haga daño por las noches.

    ResponderEliminar
  3. Recuérdame que tenemos que ver "donde viven los monstruos" es muy bonita y te va a gustar y vas a ver algo...

    ResponderEliminar

susúrrame

No me juzgues tan rápido.
Solo estás viendo lo que yo he elegido que veas.