3/6/10

Yo si estoy cansada de la incertidumbre, de no saber si hoy estarás de humor, o borracho, o dormido… De no saber si hoy serás tú o estarás contra mí, no saber si puedo abrazarte o debo a mi pesar permanecer a kilómetros de tu corazón y mis deseos.
Y por eso te digo que soy yo la que está cansada. De entregar su salud, sus sonrisas y su tiempo sin recibir ese algo cálido que no cuesta dinero, cuesta besos, caricias, y algo más que un revolcón…

Me pregunto tantas veces si soy demasiado exigente, si pido algo más de lo que merezco y por eso no lo obtengo… Pero, entonces, ¿Por qué otros me sonríen sin pedirlo? ¿Por qué intentan rozar mi mano, tocar mi pelo, buscar mis labios sin quererlos?

Esas son las mayores satisfacciones: tu risa, tu voz, tus ojos claros, tus bromas, tu mano calentita en mi mejilla, tus labios traviesos en mi cuello y tus brazos rodeando mi cintura…
Y me duele no comprender por qué dices que me quieres sin querer lo que yo quiero, que es a ti conmigo…

1 comentario:

  1. A veces queremos algo tan pequeño pero que significa tanto... te mereces todos los besos y sonrisas del mundo. Besísimos y sonrisísimas para ti!

    ResponderEliminar

susúrrame

No me juzgues tan rápido.
Solo estás viendo lo que yo he elegido que veas.