9/2/09

el mundo de mi habitación

"La mayor. La mayor vive en el mundo de Yupi, pensando que aquí todo es maravilloso (...)."

"Y la otra, la pequeña, vive en el mundo de su habitación."

Sí. ¿Y?

Está bien. Comprendo que en un verano en el cual, teniendo vacaciones y haciendo un solazo estupendo, verme encerrada en mi cuarto, sin salir a veces siquiera para comer, era preocupante, bastante, incluso a mí me preocupó. Y obviamente, se tomaron medidas al respecto. Lo comprendo, y agradezco la preocupación y la molestia.

Pero.. ¿Ahora? Ahora el problema es "O no entras en casa, o no sales de tu habitación."
Vale. Y ¿qué quieres? ¿Que me siente contigo en el salón a ver un programa de mierda rosa en la televisión? O ¿contemplamos juntos tu pestoso y aburrido maravilloso simulador en la pantalla de tu ordenador? Ese juego con el cual solo me entran ganas de echarme una siesta con el ruido que hace.

No es que haya sido nunca una persona muy abierta, me cuesta relacionarme con la gente y mi familia no es una excepción. Si puedo guardarme las cosas para mí, lo prefiero. Pero, sentirme obligada a hacer cosas que no quiero hacer... Incluso a contar cosas para que no me recriminen que soy una cerrada, que no hablo con nadie...

Y luego me llaman egoísta. Porque no le doy un beso a tal o porque no hago una llamada a cual. Eeeestoo...¿pretendes que tenga una conversación telefónica con alguien a quien veo 3 o 4 veces al año, (cumpleaños de 'x' e 'y', navidad y nochevieja), y a quien no tengo absolutamente nada que decir? Puedo hacerlo, alguna vez.. pero, la conversación se reduce a ésto:

-¿Qué tal estás?
-Bien, ¿y tú?
-Bien, aquí, viendo la tele.
-¿Has comido ya?
-Sí, hace un rato.
-Y ¿qué has comido?
-Espinacas (lo que toque en el día..).
-¿Le has hecho la comida a papá?
-Como siempre.
-Y ¿qué tal el instituto?¿estás aprobando?
-Bla.
-Bueno.
-Bueno, pues nada.
-Pues un besito, dale un beso a bla bla bla.


Fin. Y ésto se repite una y otra vez.
La aparente solución a este problema es estar todo el día en el salón haciendo el gilipollas mengano, para que parezca que me relaciono y que no estoy siempre en mi habitación, y salir cinco minutos al día, para que no parezca que estoy encerrada en casa, pero tampoco estar todo el día fuera, porque vaya, a alguien le puede dar un chungo.

A mí me gusta vivir en el mundo de la calle y de mi habitación.

5 comentarios:

  1. Que recuerdos, el simulador de ovnis xDDDDDDDDDDDDDDDDDDDDD

    ResponderEliminar
  2. Bueno siempre te quedara dunita sus paseos y recuerda los contenedores xD.

    Un kisiño lindiña.

    ResponderEliminar
  3. Pues me has recordado bastante a mi. Excepto en que yo solo salgo para pasear al perro y para ir a la universidad o a correr, o a comprar mangas o videojuegos o merchandising en Zaragoza.

    xD.

    ResponderEliminar
  4. Me siento completamente identificada. Excepto que yo sólo salgo de mi habitación para ir al cole o usar la PC. Y ya.

    ResponderEliminar
  5. Creo que esto nos ocurre a todos. Los padres y los familiares siempre andan preocupados. Pero es cuestión de tiempo, mis padres empezaron a conocerme estando pequeños ratos juntos, charlando durante la cena, comentando que ando haciendo en mi tiempo libre, si tengo algun proyecto en mente, compartir que tal van las cosas en la uni, a veces charlamos de banalidades, de Obama, de lo que sea. A mi poco a poco me han ido conociendo, y lo más importante, aceptándome (y soy muy difícil). Yo no soy una excepción, me cuesta relacionarme con los demás, y tiendo a estar en mi habitación, mi mundo. Aun y así intento no olvidarme de las personas que sufrien y se preocupan por mí (incluso en exceso) y de vez en cuando me paso a ver un rato la telenovela de mi madre, o escucho una charla de mi padre sobre la bolsa (como si quisiera hacerme rico xD), a veces escucho y me sorprendo, no todo es aburrimiento, simplemente ver a la otra persona disfrutando de algo de veras me llega más que las situaciones forzadas o las máscaras falsas para aparentar que en la familia va todo bien.

    ResponderEliminar

susúrrame

No me juzgues tan rápido.
Solo estás viendo lo que yo he elegido que veas.