25/12/09



«El ruiseñor —se decía paseándose por la alameda—, el ruiseñor posee una belleza innegable, ¿pero siente? Me temo que no. Después de todo, es como muchos artistas: puro estilo, exento de sinceridad. No se sacrifica por los demás. No piensa más que en la música y en el arte; como todo el mundo sabe, es egoísta. Ciertamente, no puede negarse que su garganta tiene notas bellísimas. ¡Qué lástima que todo eso no tenga sentido alguno, que no persiga ningún fin práctico!»


Y volviendo a su habitación, se acostó sobre su jergoncillo y se puso a pensar en su adorada. Al poco rato se quedo dormido. Y cuando la luna brillaba en los cielos, el ruiseñor voló al rosal y colocó su pecho contra las espinas. Toda la noche cantó con el pecho apoyado sobre las espinas, y la fría luna de cristal se detuvo y estuvo escuchando toda la noche.
El ruiseñor y la rosa.
Oscar Wilde 

2 comentarios:

  1. ¿Sabes? Cuando pones estos pequeños fragmentos de arte me imagino todo lo que leo...

    "es como muchos artistas: puro estilo, exento de sinceridad."
    Ser sincero con uno mismo es un arte que muy pocos practican.

    Y es que no todo lo bello es belleza pura, sino una simple fachada que todos admiran, sin tratar de ver más allá.

    un abrazo!!!!!!

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  2. Eso que has puesto es muy bonito >.<
    *Sigh*

    Abrazos Linda Yuu ;3

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