Recuerdos

A menudo me pregunto dónde guardamos los recuerdos.
Muchas veces nos cuesta recordar las cosas, abrir los armarios, puertas, cajones, de nuestra mente, algunos momentos se esconden, en recónditos huecos del hilado de la memoria, y si no quieren, no salen.
Me frustra demasiado no acordarme de las cosas que son bastante inmediatas (qué comi ayer..) aunque eso no es un buen ejemplo, lo que me frustra de verdad es no acordarme de cosas bastante inmediatas que me importan.

Sin más. El otro día, un gran día. No pisé mi casa, en absoluto, me lo pasé bomba, pero tengo una nebulosa en la memoria, y no me acuerdo de muchas cosas. Qué pena no haberme llevado la cámara (siempre escogen no tener batería en los mejores instantes). Puede parecer que una foto, algo estático y sin sonido no pueda hacerte recordar algo, pero conmigo lo hace. Incluso los olores, que vienen de repente, me hacen que momentos vividos me asalten de repente, dejándome algo aturdida primero, para luego saborear el recuerdo todo lo posible hasta que su presencia se esfuma, como si nada, se asoma y se va.

Lo peor es cuando sabes lo que ha pasado, pero no lo sabes. Parece absurdo, pero es así. Es algo que acabas de pensar, pero según lo piensas y recuerdas, desaparece, y por mucho que lo intentas no vuelve.
La próxima vez que vaya a pasar un día tan genial, procuraré guardarlo todo en mi mente como si fuera oro, para cerrar ese hueco con llave y no dejar que se escape nunca, y vivirlo una y otra vez, y otra, y otra...