6/12/10


Él, listo para impresionar. Ella, lista para ser impresionada.
Él, con furiosa excitación. Ella, con los ojos brillantes.
Apuesto a que ella se parecía más a un terrón de azúcar deshaciéndose que a otra cosa.
Dispuesta a cometer un error. A cometerlo mil veces.

Si de alguna manera pudiera haber visto el camino correcto hacia el lugar que quería…
Podría haberlo hecho un poco mejor.

Pero él no podía esperar para hacerlo. Ella, tampoco.
Ella, descubriendo de nuevo que ni entrelazar las manos, ni un beso, ni si quiera una caricia en una cara repleta de lágrimas significa una promesa.

Ella, sacó unos pedazos pequeños palpitantes de su pecho, y los vio arder ante sus ojos.
Entonces, hecho su corazón cenizas, le dio igual.
(Le dio igual ser imposible de amar.)

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susúrrame

No me juzgues tan rápido.
Solo estás viendo lo que yo he elegido que veas.