¿De qué color son los recuerdos?

Pues me da por plantarme frente a una hoja limpia, en blanco, virgencita.

Y me decido a escribir de estos siete meses que han pasado... Siete meses ¿ya? Pues sí... Entonces me doy cuenta de varias cosas:

La primera, que no tengo suficiente espacio en una hoja como para poder escribir todas las cosas que me han sucedido en siete meses.

La segunda, y aunque me joda, es que no me acuerdo de demasiadas cosas, aunque al fin y al cabo, lo mejor es que las que más se me suelen olvidar son las malas (por esto me he ganado broncas y todo...), así que tampoco podría escribirlo todo.

El tiempo está ahí y yo sé y he vivido todo eso, pero lo recuerdo como en la parte de atrás de la mente y no consigo hacer que salgan fuera para verlos de colores... así que me digo a mí misma que lo mejor es mirar el presente, ni pasado ni futuro..ahora.

¿De qué color es el vestido de la niña?

Uno y otro hablan de los viejos tiempos... Cuando iban al colegio, decoraron la pared de las escaleras.

Dibujaron una puesta de sol y una niña con una flor en la mano.

Uno dijo...: "¡Ah! ¡Qué recuerdos! El dibujo de la niña del vestido amarillo, ¿verdad?"

Y otro le contestó "Te equivocas, la puesta de sol lo teñía todo, así que el vestido era rojo."

Pero uno insiste: "Estoy seguro de que no me equivoco. ¡Me acuerdo del sol y de que el vestido era de un amarillo muy vivo!"

Ninguno de los dos quería ceder: "Que no, que era rojo." "No, era amarillo"

"Muy bien, ¿Qué te parece si vamos y lo comprobamos?"

Y los dos se fueron discutiendo hasta el colegio.

...

¿De qué color era el vestido de la niña?

¿De qué color era?

El dibujo...no tenía color. Era un dibujo en blanco y negro. Era una figura entre las sombras y su vestido estaba pintado de negro. Pero, según sus recuerdos, ambos estaban convencidos de que era de color.

Los recuerdos son vagos. Hasta lo que no tiene color, lo tiene. Cada uno los pinta a su manera...y los glorifica. En realidad se les da más significado del que tienen. Por ese motivo no hay que creer en los bonitos recuerdos.

¿Y en qué quieres creer?

En ti. En ti, completamente. Tú eres lo que tengo frente a mí, ahora.