oportunidad

No, nadie te ha pedido nada más que eso.

No entiendo por qué no se conceden más.
Quiero decir, no sé, a un asesino yo no le concedería una, pero en el ámbito personal, en las relaciones entre personas más o menos cuerdas (hasta que no se demuestre lo contrario)...

Vale, no he empezado de forma coherente. Lo que no me explico es porqué no me quieren dar otra oportunidad. ¿Hace cuántos años pasaría aquello? Tres, quizá cuatro. No tengo ni idea, pero aún sigo exigiendo mi oportunidad para redimirme, porque sigo arrepentida. He tenido problemas con mucha gente, movidas con otras tantas, pero siempre tuve el momento para arreglar las cosas.

El problema es que la gente no tiene ganas de hablar, de razonar, de ponerse en el lugar de otra persona y entender el qué o el porqué de sus acciones, sus sentimientos y los pensamientos desde el otro punto de vista. Porque claro, es mucho más fácil enfadarse, dejarse de hablar y ya está. Todo visto así es muy ambiguo... ¿En qué estás pensando?¿De qué hablas?

No puedo relatar mi conflicto, sería implicar a cierta gente, y no quiero una discusión. En realidad quiero una respuesta de porqué le cuesta tanto a la gente dar segundas oportunidades (o terceras, o cuartas...). A lo mejor es que yo soy rara o imbécil y por eso doy una tras otra, una tras otra... Aunque me hagan daño, yo siempre creo que se pueden arrepentir y cambiar, creo en sus palabras, creo en que lo sienten, y les doy la posibilidad.

Y me jode que a mí no me la den. Es totalmente injusto. Además, estoy segura de que la persona que se enfadó conmigo ni si quiera se acuerda porqué lo hizo. Porque eso también es muy fácil de olvidar. Quizá no le apetecía intentarlo porque era demasiado pesado ponerse a pensar y a dialogar como seres humanos que "somos".

Pues nada, aquí estaré para cuando quiera darme la oportunidad de volver. (o no)

Tampoco tiene mucho sentido todo esto porque, si alguien se ha dado cuenta, he dicho que todo esto pasó hace unos tres o cuatro años, pero he vuelto a tener noticias de esa persona, y no sé, como que se echa de menos... Son relaciones que jode perder, como las que se pierden con los amigos del colegio. Aunque de esos ya mejor ni hablo, porque han decidido irse al lado oscuro: porros alcohol y regetón, ¡viva el botellón!